Menu


Claves para no abandonar la Formación Online
Un mismo camino y dos casos totalmente diferentes. El "e-learning" enfocado de dos maneras diferentes: una bien hecha, y la otra, mal. Dónde, por qué y cómo falla la educación a distancia es una cuestión que se sigue planteando en un sector que quiere cre


Por: Albert Sangrá en postgradum | Fuente: www.eduexperts.com




Un mismo camino y dos casos totalmente diferentes. El "e-learning" enfocado de dos maneras diferentes: una bien hecha, y la otra, mal. Dónde, por qué y cómo falla la educación a distancia es una cuestión que se sigue planteando en un sector que quiere crecer con la tecnología vigente en la Red.

Andrés tiene 35 años. Trabaja de agente comercial en una empresa multinacional. Hace dos años empezó un máster a través de Internet. El mes que viene, con toda probabilidad, lo habrá acabado. Está entusiasmado. A todo el que está dispuesto a escucharle le cuenta lo fantástico que es su experiencia y cómo ha conseguido seguir los cursos a pesar de su larga jornada laboral y de haber cambiado de estado civil hace sólo ocho meses.

Carolina tiene 32 años y es técnica de producción en unos laboratorios farmacéuticos. Hace seis meses inició un curso de especialización, desarrollado básicamente a través de Internet, con una sesión presencial cada dos meses. Ha decidido no continuar el curso a pesar de que sólo le quedan tres meses para acabarlo. Según sus palabras, ha sido una experiencia decepcionante, a pesar de su alta expectativa en el momento de iniciarlo.

¿Qué les puede haber pasado a Andrés y a Carolina para que experiencias teóricamente similares en su fundamento hayan obtenido resultados tan dispares? ¿Por qué Andrés finalizará con éxito su objetivo y Carolina probablemente no volverá a intentarlo?


Acompañado y apoyado
Cuando Andrés empezó su máster, la institución responsable del mismo le asignó un tutor. El tutor ha sido su consejero personal, aquella persona a quien ha consultado cuando ha tenido dudas, la persona que le ha animado a perseverar cuando las fuerzas flaqueaban, que lo hicieron.

Andrés no se ha sentido solo. El tutor, pero también la estructura del curso y del entorno virtual en que ha desarrollado su aprendizaje, le han ayudado muchísimo. En este entorno, que tutor y profesores dinamizaban, Andrés ha disfrutado de la compañía de sus iguales, otros estudiantes que tenían similares intereses, que compartían experiencias y prácticas. Con todos ellos, se ha sentido miembro de una verdadera comunidad de aprendizaje y de profesionales.

Los profesores de cada una de las materias pueden no haber sido premios Nobel. Pero conocían bien su profesión y, especialmente, tenían una gran voluntad de facilitar el aprendizaje de los estudiantes, conduciéndolos por el mejor camino para lograr las metas previstas. Quisieron conocer las necesidades de cada estudiante y también cuáles eran sus posibilidades. La comunicación entre ellos era fluida y permanente.

Abandonada a su suerte
La historia de Carolina es un tanto distinta. Cuando se enroló en su curso, sólo obtuvo unas cuantas respuestas generadas automáticamente, que le permitieron descargar en su ordenador un material de estudio que llevaba incorporadas algunas instrucciones de uso bajo el epígrafe de "tutorial". Un espacio de foro permitía que los compañeros de curso intercambiaran opiniones, aunque la verdad es que muy pocos lo hicieron.

El curso de Carolina le ofrecía la posibilidad de consultar a un profesor las dudas que tuviese. Y Carolina tuvo bastantes. Se encontró con que los materiales no siempre estaban contextualizados: ella supuso que simplemente eran contenidos creados para otra finalidad y que eran reaprovechados en este curso. Al menos algunos de ellos. El curso adolecía de un planteamiento pedagógico suficientemente estructurado. Trabajaba mucho, pero nadie le comentaba si estaba siguiendo el camino correcto o no. Las sesiones presenciales no aportaban grandes beneficios. Tenía la sensación de que aquello era un pozo sin fin. Había empezado con muchas ganas, pero las dudas aparecieron. Y no hubo nadie que la animase a seguir. Y aunque así hubiera sido, su pregunta era "¿Para qué seguir?".

Claves del "e-learning"
*Adaptarse a las necesidades y posibilidades del estudiante. Acompañarlo para que se sepa apoyado, que sepa cómo avanza y hacia dónde. Que sienta que lo que aprende es útil, tanto los conceptos teóricos como sus aplicaciones prácticas.

*Cursos con un enfoque pedagógico consistente y adecuado. Un entorno y unos docentes que ayuden a crear un sentimiento de pertenencia a una comunidad. Una formación basada en una planificación y un contexto más que en materiales dispersos.

*Distintas experiencias e investigaciones llevadas a cabo nos demuestran que éstos son algunos de los factores críticos de éxito en las propuestas de e-learning e, incluso, de lo que viene ahora a llamarse blended learning, que no es otra cosa que la formación semipresencial de toda la vida.

Andrés y Carolina son dos caras de una misma moneda. A menudo, hay quién pregunta por qué falla la educación online. La respuesta es sencilla: el e-learning sólo falla cuando se hace mal.


Fuente: "Claves para no abandonar la formación online" por Albert Sangrá en postgradum.

La dirección y orientación es muy importante, conozca los principios del coaching
 








Compartir en Google+




Reportar anuncio inapropiado |