Servicio o saque en el Voleibol

El jugador que tiene la responsabilidad de poner en juego el balón es el zaguero derecho de cualquiera que sea el equipo al que le toca realizar el servicio. Por tanto, es el quien debe intentar comenzar la jugada de tal manera que su equipo se beneficie. Esto significa que es muy importante la manera en la que un defensa derecho decide poner el balón en juego. De hecho, este jugador puede conseguir puntos realizando un buen servicio desde su posición de saque, sorprendiendo a los rivales con su técnica.

Pero, ¿Qué alternativas tiene un zaguero derecho para realizar el servicio o saque de balón?

Saque de tenis

El zaguero derecho debe tener las piernas abiertas. Debe extender hacia adelante la mano que no golpeará el balón mientras que la mano del golpeo deberá estar tras la nuca del sacador. El cuerpo del jugador deberá estar ligeramente curvado con tendencia a la mano del golpeo, a fin de conseguir darle un buen golpeo en el momento de la colisión de la mano con el balón. La mano que el jugador tiene extendida hacia adelante será la que portará y lanzará el balón para que con la otra mano pueda proceder a realizar el golpeo cuando esta haya llegado a la altura de la cabeza, aproximadamente. Será entonces cuando el jugador de voleibol pueda darle al balón, simulando el choque de una raqueta con la pelota de tenis.

Mano alta

El jugador deberá situarse relajado en la posición de saque. A continuación lanzará el balón ligeramente hacia adelante, pero sin sobrepasar la línea de saque. Cuando el balón esté a una altura considerable, el lanzador estirará el brazo para impactar el balón con la mano. Esto permite imprimir al balón una gran potencia, lo que puede llegar a sorprender al receptor del equipo contrario que se situará, obviamente, al otro lado de la red.

Mano baja

En este tipo de servicio el jugador deberá permanecer relajado en la posición de saque, con el balón sujeto en una de sus manos. Con la otra mano golpeará el balón que saldrá disparado de la mano que lo sujetaba para traspasar la red.

Saque en suspensión

En este caso estamos ante un servicio en el que el jugador deberá realizar unos movimientos similares al de la mano alta, pero con una técnica diferente. En este caso el balón flotará hasta perder fuerza. En ese momento será cuando rebase la red hacia el campo rival, y caerá a plomo. Es por esa rápida caída que el saque está tan bien valorado por muchos jugadores de voleibol.

Salto potencia

El jugador deberá lanzar al aire el balón. Cuando este llega a su máxima altura, el jugador deberá rematar con la mano el balón con gran fuerza. Esto provocará que el balón se dirija hacia el lado rival con gran potencia y velocidad.

Salto flotante

En este caso el jugador de voleibol deberá coger el balón con las dos manos. Acto seguido lanzará el balón dando previamente dos pasos al frente, y golpeará el balón con fuerza, que irá flotando pero con gran fuerza, para traspasar la red y caer en la cancha rival.

Saque por abajo

Este es uno de los saques más técnicos de cuantos se utilizan habitualmente en la historia del voleibol. El jugador deberá colocarse justo por detrás de la línea de servicio, con las piernas abiertas. Acto seguido, sosteniendo el balón con la palma de una mano a la altura del pectoral. Con la otra mano golpeará el balón que avanzará unos tres metros en línea recta elevándose. Al bajar, el jugador deberá golpear el balón con el puño cerrado hacia la red, con la intención de superarla lo más ajustado posible, imprimiendo al balón gran fuerza pero también con gran precisión a fin de conseguir que el balón supere su propio campo.

Gancho fuerte

El jugador deberá sujetar el balón de vóley con una mano, mientras que con la otra golpeará el balón de abajo hacia arriba.

Gancho flotante

Este último servicio destacado se realiza lanzando el balón hacia arriba. Debemos tener cuidado de no lanzar el balón con mucha fuerza, puesto que para realizar el gancho no será necesario. Cuando el balón caiga, el jugador golpeará el balón con sus dos brazos unidos, de abajo hacia arriba, impulsando el balón lo máximo posible hacia al aire.