Va Fundación Carlos Slim por la reducción de la brecha digital

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  • La Fundación ha impulsado el uso de la Banda Ancha para la reducción de esta problemática. 

 

Luego de que el 11 de marzo de 2005, la UNESCO publicara un reporte en el que urgió a los gobiernos afiliados a la ONU a expandir la calidad de la educación para todos, incrementar el acceso a las TIC y mejorar la compartición del conocimiento científico internacional.

La Fundación Carlos Slim comenzó un esfuerzo para reducir las “barreras digital y del conocimiento” principalmente entre los países del Norte y los del Sur, a efecto de avanzar hacia una forma inteligente de desarrollo humano, promoviendo conocimiento y creatividad.

La sociedad del conocimiento, aseguraban los autores, no debían confundirse con la sociedad de la información. La sociedad del conocimiento contribuye al bienestar de los individuos y de sus comunidades e incluye dimensiones sociales, políticas y éticas. La sociedad de la información, mientras tanto, se basa exclusivamente en avances tecnológicos que pueden hacer accesible una masa indistinta de información a personas que no tienen las habilidades para beneficiarse de ella.

Por su parte la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT), presidida por el Doctor Hamadoun I. Touré, creó, en 2010, la comisión de la Banda Ancha, que presiden el ingeniero Carlos Slim Helú, Presidente de Grupo Carso, y Paul Kagame, Presidente de Rwanda.

México aceptó el reto, y en 2013 modificó su Constitución para reconocer como un derecho humano protegido el acceso a las tecnologías de la información y el conocimiento; y elevó a la categoría de servicio público de interés general los servicios de telecomunicaciones y radiodifusión, a efecto de asegurar que lleguen al mayor número de mexicanos en el menor tiempo posible.

El éxito ha premiado el esfuerzo. Al finalizar el año 2014, 3 mil millones de personas estaban conectadas a la banda ancha, y para 2017 más de la mitad de la población estará “on line”.

La banda ancha ya no puede considerarse simplemente como otra infraestructura, sino como una fuerza creadora liberadora del bienestar de la población.

[Con info de: Javier Mondragón Alarcón]

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