Esta ley establece el nuevo calendario de ordenación del sistema educativo, durante los próximos 5 años. Su finalidad es mejorar los resultados de las etapas educativas, reducir el fracaso escolar y promover la equidad del sistema. El objetivo es proporcionar a los diferentes sectores de la comunidad escolar una referncia clara sobre la que orientar sus espectativas y planificar su gestión en el horizonte temporal de 5 años.