sábado, 15 de febrero de 2014

Photoshop



Nadie puede negar que el resultado del Photoshop sea armonioso, ¿pero hasta qué punto es saludable? Hay que tener en cuenta de que ya no se trata, como en el ejemplo del post anterior, de hacer más apetecible un producto a la vista del consumidor, sino que en este caso está en juego el ideal de belleza y las aspiraciones estéticas de nuestra sociedad. Ya no se trata de hacer apetecible una fotografía de comida, sino de modificar la figura humana para acercarla un paso más a la perfección, por imposible que sea imitarla en la práctica.

Queda pendiente determinar hasta qué punto nos acostumbramos a ver imágenes de mujeres perfectas, con medidas que no se condicen con la realidad, y a la que millones de mujeres ponen como modelos idóneos. ¿De qué manera nos acostumbran las alteraciones hechas con Photoshop a mirar hacia modelos imposibles? ¿Qué ocurre cuando se supera la barrera del retoque, y se pasa al exceso







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