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Este Cmap, tiene información relacionada con: El renacimiento, La palabra, es ante todo, una reali- dad semántica que constituye una unidad significativa en la cadena hablada. Es decir, nuevos conceptos requieren de voces nuevas y en el ámbito cultural y educativo en particular, la influencia del cristianismo con el empleo del latín y la incorporación de voces griegas, generó la aparición de cultismos y semicultismos, así como el ámbito de palabras derivadas de ellas. Incluso muchos neologismos entraron en latín, provenientes del griego primero y luego del hebreo. Es el caso de la palabra ‘forma’ de la cual deriva ‘formación’, término empleado por los griegos, como se constata en la consulta a diccionarios. Lo que ocurre es que el proceso llevó largos años de gestación. ???? Si se toma en cuenta que los tres ambientes que se han planteado para justificar la procedencia de los cultismos han sido: el latín eclesiástico, el ambiente jurídico y el ambiente escolar y, los campos nocionales en que se inscriben, es decir, los términos eclesiásticos y religiosos; los conceptos teológicos-filosóficos; la moral; las voces jurídicas y, los cultismos escolares y científicos, se puede encontrar entonces, una especie de plataforma para afianzar la idea de que el término formación, tuviera en el Renacimiento en el siglo XVI, las con- diciones idóneas para ser construido como concepto educativo y que su significación estuviese, como lo estuvo el concepto mis- mo de educación, situado en la esfera de lo religioso-filosófico., En un análisis sociológico de la educación occidental contemporánea, plantea Lerena (1983) que en la Ilustración, la educación y la estructura social estuvieron cimentadas en la ideología promovida por el cristianismo y la cultura griega. En este trabajo se asume que, en los siglos anterio- res al Renacimiento, están contenidos mu- chos de los gérmenes de la educación de este período, por lo que, tanto en la ideolo- gía como en las prácticas educativas, ver- tidas y recogidas en las obras literarias que dan cuenta de esa época, se pueden encontrar evidencias del empleo del con- cepto de formación, así como pistas para comprender, cómo se fue construyendo en tanto concepto pedagógico. Lengua, costum- bres, movimientos sociales y económicos, si- tuaciones políticas, artísticas y culturales en general, son propicias para entender la construcción del término. ???? Un primer elemento que contribuye a la aproximación semántica desde el contexto de esta época, es de tipo económico. Este factor fue determinante de la vida en todos los ámbitos. El nacimiento del mer- cado en el siglo XV, ha sido un hecho histórico fundante de la estructura de la sociedad burguesa. Las formas de vida que se generaron por el desarrollo de nuevas formas de producción económica, no se limitaron al ámbito de la economía. Estas trascendieron a todos los órdenes y sectores de la realidad: producción y evolución de la vida material, formas y productos del pensamiento, demandas y desarrollo de condiciones laborales, aspiraciones educativas y culturales de diversos grupos sociales, modos de producción, convivencia, estructuras de poder político, formas de participación social, lecturas de la realidad, formas discursivas, formas de comunicación, actitudes, religión, arte, en fin, toda la vida en sus intrincados laberintos y complejidades, tuvo en el Renacimiento los asideros para la vida moderna., El pensamiento griego y la cosmovisión cristiana, han sido troqueladores de la cultura pedagógica de Occidente. En un rastreo histórico a la aparición del concepto “formación”, como término pedagógico, el Renacimiento constituye un período que proporciona evidencias para situarlo. ???? La formación como concepto pedagógico. Interesa ubicar ahora en la evolución de la idea de formación para constituirse en palabra. Si se parte de que en España el proceso de traspaso de la Edad Media al Renacimiento fue un proceso lento, que no ofreció grandes rupturas y que respecto a otros países de Europa, el Renacimiento fue más bien un período tardío, y si hay consenso en que el término “forma” como semicultismo y por lo tanto como préstamo de una lengua –el latín– a otra –el romance–, entonces cabe entender que el concepto formación entrara o se constituyera concretamente, en palabra caste- llana con significación pedagógica explícita, más bien tardíamente, cerca del fin del siglo XVI y no antes., El término formación es una palabra derivada del semicultismo ‘forma’. En ese sentido, su construcción y uso como concepto de significación pedagógica, hay que ubicarlos necesariamente en aquellos ámbitos en los que el latín constituía una lengua de fuerte arraigo e influencia en el campo cultural y desde ahí educativo, como es el caso de los monasterios, las universidades, los colegios en dos épocas: el proceso arranca en la Baja Edad Media y se consolida en el Renacimiento, a finales del siglo, concretamente en el siglo XVI. Sin embargo. Ampliando la idea, una lengua, que no es sólo el producto de creación de un grupo social, es también consecuencia de la labor de creación de las clases más elevadas y de las circunstancias históricoculturales que condicionan su evolución y la de cada vocablo en particular. Una palabra posee un contenido conceptual o afectivo que habla en cada instante, de las circunstancias en las que el vocablo se ha insertado a través de la historia de la lengua. Por ello, se puede proponer que, el término ‘formación’, como concepto pe- dagógico se gestó en realidades socio-culturales de procedencia, llamémosla, “culta”, entendida en dos sentidos: en sectores más expuestos a acciones de intervención cultural y en la perspectiva lingüística a la que hacen referencia Américo Castro (1936) y Dámaso Alonso (1950) cuando manifiestan que, casi la mitad del léxico castellano es de procedencia culta, es decir, proveniente del préstamo que en este caso, ha hecho el latín al romance., Ampliando la idea, una lengua, que no es sólo el producto de creación de un grupo social, es también consecuencia de la labor de creación de las clases más elevadas y de las circunstancias históricoculturales que condicionan su evolución y la de cada vocablo en particular. Una palabra posee un contenido conceptual o afectivo que habla en cada instante, de las circunstancias en las que el vocablo se ha insertado a través de la historia de la lengua. Por ello, se puede proponer que, el término ‘formación’, como concepto pe- dagógico se gestó en realidades socio-culturales de procedencia, llamémosla, “culta”, entendida en dos sentidos: en sectores más expuestos a acciones de intervención cultural y en la perspectiva lingüística a la que hacen referencia Américo Castro (1936) y Dámaso Alonso (1950) cuando manifiestan que, casi la mitad del léxico castellano es de procedencia culta, es decir, proveniente del préstamo que en este caso, ha hecho el latín al romance. ???? La palabra, es ante todo, una reali- dad semántica que constituye una unidad significativa en la cadena hablada. Es decir, nuevos conceptos requieren de voces nuevas y en el ámbito cultural y educativo en particular, la influencia del cristianismo con el empleo del latín y la incorporación de voces griegas, generó la aparición de cultismos y semicultismos, así como el ámbito de palabras derivadas de ellas. Incluso muchos neologismos entraron en latín, provenientes del griego primero y luego del hebreo. Es el caso de la palabra ‘forma’ de la cual deriva ‘formación’, término empleado por los griegos, como se constata en la consulta a diccionarios. Lo que ocurre es que el proceso llevó largos años de gestación., EL RENACIMIENTO: UN CONTEXTO PARA EL SURGIMIENTO DEL CONCEPTO PEDAGÓGICO ‘FORMACIÓN’ Resumen. El pensamiento griego y la cosmovisión cristiana, han sido troqueladores de la cultura pedagógica de Occidente. En un rastreo histórico a la aparición del concepto “formación”, como término pedagógico, el Renacimiento constituye un período que proporciona evidencias para situarlo., El pensamiento griego y la cosmovisión cristiana, han sido troqueladores de la cultura pedagógica de Occidente. En un rastreo histórico a la aparición del concepto “formación”, como término pedagógico, el Renacimiento constituye un período que proporciona evidencias para situarlo. ???? La formación en el Renacimiento El Renacimiento puede ser caracteri- zado de manera preliminar atendiendo a las siguientes condiciones: el recelo que primó en la sociedad, principalmente, en los grupos letrados respecto a la cultura medie- val; la síntesis de la cultura clásica; los pro- cesos de innovación y renovación cultural y económica y, los procesos de continuidad de la cultura medieval, en un claro ascenso y transformación, pero no de ruptura total, mediante los que se asimilaron los valores culturales de la Edad Media, en marcos contextuales diferentes., La formación en el Renacimiento El Renacimiento puede ser caracteri- zado de manera preliminar atendiendo a las siguientes condiciones: el recelo que primó en la sociedad, principalmente, en los grupos letrados respecto a la cultura medie- val; la síntesis de la cultura clásica; los pro- cesos de innovación y renovación cultural y económica y, los procesos de continuidad de la cultura medieval, en un claro ascenso y transformación, pero no de ruptura total, mediante los que se asimilaron los valores culturales de la Edad Media, en marcos contextuales diferentes. ???? La realidad educativa en el Renaci- miento, no puede verse de manera fragmentada. Diversas ideas y prácticas propias de la Edad Media, siguieron vigentes en el campo educativo y se modificaron lentamente, conforme al desarrollo y evolución de los procesos de transformación social, política, económica y cultural. Por ello es que la cultura conformada en el Renacimiento, hay que entenderla en términos de los resultados de diversos fenómenos en esos órdenes a lo largo de los siglos XV y XVI., La formación como concepto pedagógico. Interesa ubicar ahora en la evolución de la idea de formación para constituirse en palabra. Si se parte de que en España el proceso de traspaso de la Edad Media al Renacimiento fue un proceso lento, que no ofreció grandes rupturas y que respecto a otros países de Europa, el Renacimiento fue más bien un período tardío, y si hay consenso en que el término “forma” como semicultismo y por lo tanto como préstamo de una lengua –el latín– a otra –el romance–, entonces cabe entender que el concepto formación entrara o se constituyera concretamente, en palabra caste- llana con significación pedagógica explícita, más bien tardíamente, cerca del fin del siglo XVI y no antes. ???? El término formación es una palabra derivada del semicultismo ‘forma’. En ese sentido, su construcción y uso como concepto de significación pedagógica, hay que ubicarlos necesariamente en aquellos ámbitos en los que el latín constituía una lengua de fuerte arraigo e influencia en el campo cultural y desde ahí educativo, como es el caso de los monasterios, las universidades, los colegios en dos épocas: el proceso arranca en la Baja Edad Media y se consolida en el Renacimiento, a finales del siglo, concretamente en el siglo XVI., La realidad educativa en el Renaci- miento, no puede verse de manera fragmentada. Diversas ideas y prácticas propias de la Edad Media, siguieron vigentes en el campo educativo y se modificaron lentamente, conforme al desarrollo y evolución de los procesos de transformación social, política, económica y cultural. Por ello es que la cultura conformada en el Renacimiento, hay que entenderla en términos de los resultados de diversos fenómenos en esos órdenes a lo largo de los siglos XV y XVI. Sin embargo. En un análisis sociológico de la educación occidental contemporánea, plantea Lerena (1983) que en la Ilustración, la educación y la estructura social estuvieron cimentadas en la ideología promovida por el cristianismo y la cultura griega. En este trabajo se asume que, en los siglos anterio- res al Renacimiento, están contenidos mu- chos de los gérmenes de la educación de este período, por lo que, tanto en la ideolo- gía como en las prácticas educativas, ver- tidas y recogidas en las obras literarias que dan cuenta de esa época, se pueden encontrar evidencias del empleo del con- cepto de formación, así como pistas para comprender, cómo se fue construyendo en tanto concepto pedagógico. Lengua, costum- bres, movimientos sociales y económicos, si- tuaciones políticas, artísticas y culturales en general, son propicias para entender la construcción del término., Un primer elemento que contribuye a la aproximación semántica desde el contexto de esta época, es de tipo económico. Este factor fue determinante de la vida en todos los ámbitos. El nacimiento del mer- cado en el siglo XV, ha sido un hecho histórico fundante de la estructura de la sociedad burguesa. Las formas de vida que se generaron por el desarrollo de nuevas formas de producción económica, no se limitaron al ámbito de la economía. Estas trascendieron a todos los órdenes y sectores de la realidad: producción y evolución de la vida material, formas y productos del pensamiento, demandas y desarrollo de condiciones laborales, aspiraciones educativas y culturales de diversos grupos sociales, modos de producción, convivencia, estructuras de poder político, formas de participación social, lecturas de la realidad, formas discursivas, formas de comunicación, actitudes, religión, arte, en fin, toda la vida en sus intrincados laberintos y complejidades, tuvo en el Renacimiento los asideros para la vida moderna. ???? La clase burguesa, por su parte, que jugó un papel central en el ordenamiento socio-político y socio-cultural de los siglos posteriores, tiene importancia en esta aproximación, principalmente, por las demandas educativas que generó, en alto grado por las necesidades de conocimiento y de preparación para afrontar nuevas formas de relación comercial y productiva. Es viable pensar que estas nuevas demandas de educación, que trascendieron la preparación de clérigos y monjes en monasterios, abrieran oportunidades, formas de trabajo y ofertas que no se habían tenido en otros momentos. En este caso, interesa hilar un poco más fino, en el sentido de apreciar, que esos nuevos elementos que salían a la sociedad, se trasvasaron a la lengua, enriqueciéndose de manera insospechada: la necesidad de incorporar palabras nuevas, para representaciones nuevas.