REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

 


En aquellas fábricas los dueños del capital buscaban obtener el máximo rendimiento, lo que llevó a la explotación de los trabajadores, la cual se expresó en jornadas laborales de 18 horas sin descansos, ni seguridad física en el lugar de trabajo; en la obligación que tenían las mujeres y los niños de trabajar en las fábricas y en las minas de carbón, en agotadoras jornadas; y también, cuando los negocios iban mal, en el despido de los trabajadores, quienes quedaban relegados a la mendicidad o forzados al robo.

El contraste entre la pobreza de los trabajadores y los grandes progresos en la producción, empezó a generar un gran descontento entre los trabajadores, y la preocupación de economistas y reformadores sociales que cuestionaban el que la máquina que debía servir para liberar al hombre, se hubiera convertido en el instrumento de su explotación y malestar; por ello formularon críticas a la economía liberal y propusieron una reforma global a la sociedad. Estos intelectuales fueron llamados socialistas utópicos y entre ellos sobresalieron el inglés Owen y los franceses Fourier, Blanc, Saint-Simon y Proudhon. Pero el pensamiento más sistemático y que tuvo más importancia y vigencia histórica fue el del alemán Carlos Marx, quien vivió durante el siglo XIX y que, en el esfuerzo de articular la economía con las instituciones sociales haría un aporte fundamental a la ciencia de la sociología.

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