Una de las consecuencias de la globalización se da en que agudiza los problemas sociales en los países más pobres en los que generalmente el Estado ha desprotegido vastos sectores de la población y del territorio. Igualmente, la competitividad de estos países está limitada por la inequidad en los ingresos de la población, y la falta de una infraestructura física, de un alto desarrollo tecnológico y de una adecuada calificación de la mano de obra. Aunque la globalización promueve una ideología presuntamente igualitaria en cuanto a los beneficios de su desarrollo, genera, en la práctica, una enorme desigualdad entre individuos y países. (Comisión de análisis y recomendaciones sobre las relaciones entre Colombia y Estados Unidos). |
En nuestro país, concretamente, la apertura económica afectó de manera desfavorable a la pequeña y a la mediana industria puesto que estas no estaban en condiciones de competir con las grandes empresas multinacionales. Igualmente, la producción agrícola se vio perjudicada ante la importación de alimentos básicos como el arroz y la papa.
Sin embargo, este no es el único problema de la globalización. La globalización de la cultura, tal como está ocurriendo, es más una unificación que una unión; no se trata de que sociedades con culturas diversas se unan para cooperar entre sí sino de que las diferencias culturales se unifiquen, desaparezcan, en el proceso de imponer una cultura que domine a las demás.