Colombia es un país con una tradición de múltiples formas de violencia social y política pero igualmente posee un legado histórico de lucha por la convivencia y por la construcción de una cultura de la paz y de lucha por la dignidad humana.
La institucionalidad creada por la Constitución Política de 1991 ha contribuido a fortalecer los procesos sociales y políticos de construcción de paz como un “derecho y un deber de obligatorio cumplimiento.” (Artículo 22). Es por ello que a partir de este mandato constitucional se les ha dado vida a través de normas legales a diferentes mecanismos alternativos de solución de conflictos que a continuación se señalan:
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