LA REVOLUCIÓN FRANCESA


Imagen tomada de: http://www.ciudadfutura.com/armagedon/revolucion/arevolucion.htm


La Revolución Francesa es el tercer acontecimiento de la Europa del siglo XVIII, que abre definitivamente las puertas de la sociedad occidental a la modernidad y que va ser otro pilar fundamental para el desarrollo de la sociología, que se inicia con la famosa Toma de la Bastilla el 14 de julio de 1789, y que simboliza la ruptura total con el antiguo régimen, expresado en el poder absoluto de la nobleza aliada con la Iglesia, y cuya organización social y política mantenía trabas jurídicas para el avance del proceso industrial y del modo de producción capitalista que, iniciado en Inglaterra, buscaba extenderse por casi toda Europa. El lema de esta revolución: igualdad, libertad y fraternidad, expresan la ideología sobre la cual se consolidará el nuevo sistema de producción que caracterizará la era moderna: el capitalismo.

Ya la Ilustración había preparado el clima social – cuyos orígenes se remontan al Renacimiento -, en el que la mentalidad y la organización social europea experimentarían el gran cambio que rompería el equilibrio de la sociedad fundada en la autoridad y la tradición, para erigirse en una sociedad fundada en la razón y la libertad, cambio que viene a cristalizarse con la Revolución Francesa. La revolución, al romper con instituciones que sostuvieron la organización social por casi 10 siglos, produjo un gran desajuste en la vida social y política de Francia. En ese ambiente de tensión y crisis se fundará la sociología como estudio sistemático de los cambios que se producen en la sociedad.

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