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Este Cmap, tiene información relacionada con: Etapas del desarrollo agrícola español en el siglo XIX. Aspectos generale, En 1860 entramos en una segunda fase, que podemos calificar de reajuste de la producción agrícola. La superficie cultivada disminuyó, pero el rendimiento aumentó. Este fenómeno se explica por el retroceso del cereal frente a otros cultivos más cualificados. La extensión del ferrocarril influyó en este proceso al facilitar el transporte y, por tanto, la especialización de las regiones agrícolas. luego El trigo experimentó en la primera mitad del siglo una expansión considerable. Esta se explica, entre otras razones, por la política de protección al trigo nacional, que se convierte en un casi monopolio, gravando considerablemente las importaciones. Pero en la segunda mitad del siglo observamos un retroceso continuado debido a varias causas: en primer lugar, la insuficiencia del nivel técnico del campo español. El resultado es que un país mediterráneo, dotado para la producción cerealista, tuvo que comprar de nuevo su pan en el extranjero, A principios del siglo, la agricultura se hallaba trabada por tres obstáculos: prohibición de cultivar los baldíos, de acotar las fincas y sustracción de tierras al cultivo por las leyes dictadas en beneficio de la Mesta. Estos tres obstáculos, junto con los efectos de la amortización, provocaban el aumento del precio de la tierra y la disminución de las rentas del campo, con los que se producía el éxodo de capitales de la agricultura, el abandono de fincas, la imposibilidad de introducir mejoras y la separación entre el propietario y el agricultor en 1837 La situación había cambiado radicalmente, hasta el punto de poderse hablar de una “revolución agraria”. Este cambio se produjo gracias, en gran parte, a medidas adoptadas por los gobiernos liberales. Como consecuencia de estas medidas se registró un considerable proceso de expansión agrícola. Pero esta expansión de las tierras cultivadas contrasta con un casi generalizado retroceso de los rendimientos agrarios, 1-Etapas del desarrollo agrícola español en el siglo XIX. Aspectos generale destaca A principios del siglo, la agricultura se hallaba trabada por tres obstáculos: prohibición de cultivar los baldíos, de acotar las fincas y sustracción de tierras al cultivo por las leyes dictadas en beneficio de la Mesta. Estos tres obstáculos, junto con los efectos de la amortización, provocaban el aumento del precio de la tierra y la disminución de las rentas del campo, con los que se producía el éxodo de capitales de la agricultura, el abandono de fincas, la imposibilidad de introducir mejoras y la separación entre el propietario y el agricultor, Otros cultivos experimentaron un notable desarrollo. Es el caso de la vid que, junto con el olivo, las almendras, las naranjas y otras frutas, hicieron posible en el período 1870-90, una notable expansión de la economía española. El aumento de la superficie destinada a la vid y de los rendimientos por Ha fue posibilitado por el aumento continuado de la exportación. De 1851 a 1890 el vino fue el primer capítulo de las exportaciones españolas. Esto se vio motivado por la ruina del viñedo francés provocado por la filoxera, que dio a España el monopolio del mercado mundial entre 1882, año en que se firma el Tratado de Comercio con Francia, y 1893, en que la plaga se había introducido considerablemente en nuestro país y el viñedo francés se había recuperado. además El progreso del olivo está vinculado al aumento de las exportaciones al compás de las necesidades del mercado americano. La falta de preparación industrial y comercial motivó que buena parte de este tráfico se desviase hacia Italia, donde nuestro aceite era refinado y envasado con destino a América del Sur., El progreso del olivo está vinculado al aumento de las exportaciones al compás de las necesidades del mercado americano. La falta de preparación industrial y comercial motivó que buena parte de este tráfico se desviase hacia Italia, donde nuestro aceite era refinado y envasado con destino a América del Sur. además En las últimas décadas del siglo aparecen en la agricultura española síntomas de una gran transformación centrada en los cultivos de regadío, de manera especial en el litoral mediterráneo, beneficiada por un desarrollo paralelo de la industria que proporcionó la aplicación de métodos más modernos y la inversión de capitales necesarios para las obras de bonificación y regadío. Por esta causa, los productos alimenticios ayudaron en gran manera al empujón que recibió la economía española desde 1870. Las cifras de exportación de almendras, conservas, frutas, legumbres, naranjas... se multiplicaron, En las últimas décadas del siglo aparecen en la agricultura española síntomas de una gran transformación centrada en los cultivos de regadío, de manera especial en el litoral mediterráneo, beneficiada por un desarrollo paralelo de la industria que proporcionó la aplicación de métodos más modernos y la inversión de capitales necesarios para las obras de bonificación y regadío. Por esta causa, los productos alimenticios ayudaron en gran manera al empujón que recibió la economía española desde 1870. Las cifras de exportación de almendras, conservas, frutas, legumbres, naranjas... se multiplicaron en definitiva En definitiva, el crecimiento fue lento e insuficiente, con grandes contrastes además, entre las distintas regiones. Ello explica que no fuese la agricultura, a pesar de su importancia para la balanza comercial, el motor necesario que aportara los capitales, la mano de obra y el mercado de consumo que necesitaba la economía española para su expansión y que aquí no se desarrollara un proceso de revolución agraria e industrial similar al inglés., La situación había cambiado radicalmente, hasta el punto de poderse hablar de una “revolución agraria”. Este cambio se produjo gracias, en gran parte, a medidas adoptadas por los gobiernos liberales. Como consecuencia de estas medidas se registró un considerable proceso de expansión agrícola. Pero esta expansión de las tierras cultivadas contrasta con un casi generalizado retroceso de los rendimientos agrarios luego En 1860 entramos en una segunda fase, que podemos calificar de reajuste de la producción agrícola. La superficie cultivada disminuyó, pero el rendimiento aumentó. Este fenómeno se explica por el retroceso del cereal frente a otros cultivos más cualificados. La extensión del ferrocarril influyó en este proceso al facilitar el transporte y, por tanto, la especialización de las regiones agrícolas., El trigo experimentó en la primera mitad del siglo una expansión considerable. Esta se explica, entre otras razones, por la política de protección al trigo nacional, que se convierte en un casi monopolio, gravando considerablemente las importaciones. Pero en la segunda mitad del siglo observamos un retroceso continuado debido a varias causas: en primer lugar, la insuficiencia del nivel técnico del campo español. El resultado es que un país mediterráneo, dotado para la producción cerealista, tuvo que comprar de nuevo su pan en el extranjero además Otros cultivos experimentaron un notable desarrollo. Es el caso de la vid que, junto con el olivo, las almendras, las naranjas y otras frutas, hicieron posible en el período 1870-90, una notable expansión de la economía española. El aumento de la superficie destinada a la vid y de los rendimientos por Ha fue posibilitado por el aumento continuado de la exportación. De 1851 a 1890 el vino fue el primer capítulo de las exportaciones españolas. Esto se vio motivado por la ruina del viñedo francés provocado por la filoxera, que dio a España el monopolio del mercado mundial entre 1882, año en que se firma el Tratado de Comercio con Francia, y 1893, en que la plaga se había introducido considerablemente en nuestro país y el viñedo francés se había recuperado.